Es pot vincular la trama fictícia dels tres volums de Millenium a qualsevol altre fet de la realitat? Si. O si més no així ho ha fet el periodista Francisco Segura en la publicació digital: Minutodigital.com. En aquesta peça veiem com la línia argumental de la novel·la de Larsson es comparada amb un fet que va marcar la història d’Espanya: la transició política del franquisme a la democràcia. Buscant informació sobre el tema històric del qual tenim examen la setmana següent he trobat l’enllaç i m’ha semblat interessant publicar-ho al blog per veure quina és aquesta semblança i el què s’arriba a dir:
FRANCISCO SEGURA / Minutodigital.com (1 de noviembre de 2009)
Adolfo Hitler, asesino múltiple de judíos, hizo mucho daño en el norte de Europa. De ahí posiblemente que se genere más literatura antifascista que anticomunista. Los malos de las películas de Europa del norte son antiguos nazis o, directamente, “alemanes”. Los españoles no nos hemos dado cuenta del todo, de que Franco no era Hitler, por más que muchos lo pretendan. Franco solo mataba judíos de boquilla y, al terminar la cruzada anticomunista, los militantes del bando rojo se fueron integrando perfectamente en la sociedad del turismo, de la Seguridad Social… de las becas de estudios. El milagro español no fue la transición, fue la prolongada paz de Franco, fue la continua progresión de nuestra economía durante sus gobiernos, a pesar de los interesados boicots internacionales (qué injusta diferencia de trato respecto a la mimada Cuba de Moratinos). El milagro fue nuestra ilusión y nuestra vitalidad, nuestra confianza en el futuro, no tan apegado como ahora al consumismo. A nuestros padres y abuelos les debió parecer increíble que finalizasen los asesinatos de frailes, monjas o simples católicos por el hecho de serlo. Ahora también nos parece increíble la disgregación y desprestigio de España. ¿Será necesario un nuevo Francisco Franco? El peor daño en España no lo hizo Franco, lo hicieron las izquierdas estalinistas y asesinas. Por eso, no tiene mucho sentido que se copie la intencionalidad de los guiones de los europeos del norte, no solo en el cine, sino también en la política. Personajes mediocres y advenedizos van pasando por nuestra historia, tratando de ser los amos y señores en cualquier etapa y circunstancia. Eran entusiastas del Movimiento con Franco (cuyos principios habían jurado servir), de derechas al inicio de la transición y centristas o izquierdistas en la actualidad, en su vejez. Justo el ciclo contrario al que podría ser catalogado como normal. De ahí lo atípicos y lo poco o nada creíbles que resultan. Milenium I made in España, fue el congreso del PP en Valencia. Pero al contrario que en el guión original, los periodistas y políticos condenaron y maltrataron a doña Esperanza, la heroína amante de la libertad y de la verdad, que exigía juego limpio e igualdad en la línea de salida, como una posible candidata más. Las ambiciones personales de algunos, propiciaron aquel espectáculo en mi opinión innoble, lleno de abusos, pactos mafiosos y traiciones. La invitación a irse al “partido liberal” o al “partido conservador” (inexistentes) era cínica y ofensiva y partía de la base de que estaba todo amañado. Aun recuerdo a algún barón periférico ofreciendo los compromisarios de su comunidad a Rajoy, como si fueran bartolos de un guiñol. Era evidente que aquél paso (el Congreso) era un simple ensayo. De inmediato se arremetió de forma diversa contra numerosos referentes del Partido Popular, queridos y admirados por la inmensa mayoría de sus votantes, tales como Mª San Gil, la propia Esperanza Aguirre, Ortega Lara, hasta que optaron por marcharse o dejar sus cargos en el Partido. Las personas de principios firmes estorban a los cobardones, que prefieren ser como un “Zapatero” más, como un “PSOE” más. ¿Nos vamos dando cuenta de que nuestro Milenium es absurdo e inaplicable? Nuestros “malos” no son alemanes ni nazis. Nuestros malos son aquellos personajes mediocres y advenedizos que han evolucionado “al revés” durante los últimos treinta o cuarenta años. Muchos de los cómplices que actuaron en aquél primer Milenium hispánico, han encontrado muy pronto su castigo en forma de desprestigio moral, social y mediático. Jugaron a frenar a doña Esperanza y han descubierto, tarde, que ellos eran espiados por un gigantesco “Watergate” gubernativo que, nuevamente de una forma atípica, no ha tenido consecuencia alguna para los que lo han puesto en marcha en nuestro país. Insisto… ¿Nos vamos dando cuenta de que nuestra política va al revés que en el resto de Occidente? Era evidente que los malos tenían que asestar un golpe mucho mayor a doña Esperanza. Había que “liquidarla”. De ahí el Milenium II hispánico, en el que se monta una operación político-mediática descomunal e hiriente. Los máximos responsables estatales del Partido Popular se han delatado con la reacción de ninguneo para con doña Esperanza. A mi parecer, Gallardón y Cobo debieron salir expulsados del PP de forma fulminante. Pero para ello haría falta una líder de verdad al frente del Partido Popular. Doña Esperanza es tan temida, que el señor Zapatero no ha resistido la tentación de alinearse junto a Rajoy y Gallardón, haciendo valer que él también quiere a Rato en Caja Madrid. También Zapatero teme a Esperanza como contrincante directa. Prefiere quitársela de en medio y liberar al PSOE de semejante contrincante. Han esperado a que la Presidenta de la Comunidad Madrileña descubra su candidato favorito para Caja Madrid, para tratar de echárselo abajo. Cuando todos prefieren ahora a Rato es que le temen menos que a doña Esperanza Aguirre. ¡Por algo será! El resto del guión del Milenium II hispánico, apócrifo y mal fusilado, se está escribiendo en la actualidad. Mi esperanza es que mi heroína Esperanza salga nuevamente indemne de las acometidas de los auténticos nazis, traidores y perdedores de nuestro Milenium II.
Norma Andrés